Se olvidaron cámaras de vídeo y de fotos y casi de todo lo que se puedan imaginar, cosas que siempre recuperaron y hasta nos dieron las gracias, palabra que aparentemente es poco usual en los tiempos que corren.
Aprendimos con facilidad a sentirlos parte de nuestro proyecto, es la gente que nos gusta, es la clase de gente que cualquier sitio serio desearía tener entre sus habituales visitantes.
Posiblemente a algunos no volvamos a verlos porque acaban la carrera y se van becados al exterior y a otros, porque al dar por terminado un ciclo quizás no vuelvan por la zona, de todos modos nos encantó haber disfrutado de su compañía.
Estos chicos y chicas a quienes la fotografía los motiva y le dedican muchas más horas de las que ellos mismos quizás sean concientes nos pidieron permiso para filmar en la cafetería un trabajo para su carrera y nuestra respuesta, obvia e inmediata fue un si, tal como no podía ser de otra manera, ¡¡¡ faltaría más !!!.
Si hubieran sentido vergüenza del lugar que frecuentaban ¿hubieran filmado ahí ? Quizás si, quizás no, si hubiéramos sentido vergüenza de nuestra cafetería ¿lo hubiéramos permitido? Seguro que no.
- Por habernos regalado sus presencias,
- por haber confiado en nosotros,
- por habernos pedido permiso para convertir nuestra casa en su set (seguramente, descontando nuestra respuesta afirmativa)
- por mostrar a quienes supieran ver, que la juventud es un tesoro,
- por todo eso y mucho más, nuestro más sincero agradecimiento y como prueba del mismo damos vida a este post con los entretelones de la filmación, a la espera del definitivo, el cual obviamente publicaremos para que quienes a veces miran este Blog aquí y al otro lado del Atlántico compartan nuestro proyecto y revaloricen de un modo inequívoco lo que hace nuestra Juventud.
